Anna González podría haberse quedado llorando la pérdida de su pareja, pero optó por luchar por una ley justa ante tal impunidad en la carretera.

Cúmulo de despropósitos

Cuando eres víctima de un accidente una persona, o su entorno, puede optar por reaccionar de maneras muy diversas. Algunas bajan la cabeza y se resignan ante lo ocurrido convirtiéndose en otras víctimas del suceso y del sistema. Otras optan por revelarse ante los hechos y trabajar por una ley justa con la que cambiar la realidad, aunque eso no quiera decir que se pueda volver atrás.

Anna González es una de esas personas que no se resignan a aceptar la injusticia. Un ejemplo a seguir para muchos de nosotros, especialmente para aquellos que somos el eslabón más débil de la cadena, en lo que a materia de circulación se refiere. Hablo de peatones, ciclistas o moteros. Pero también es un ejemplo a modelar para cualquiera de las potenciales víctimas de accidentes que quedan a merced de sus verdugos con total impunidad.

Óscar, su pareja, era un apasionado de la bicicleta. Tuvo la desgracia de ser atropellado por un camión cuando circulaba correctamente por el arcén. El conductor se dio a la fuga y fue detenido poco después gracias a la identificación de los restos del vehículo que quedaron en el lugar del atropello, aunque quedó en libertad con cargos a las pocas horas.

La reforma del Código Penal, propiciada por el actual gobierno en funciones, había despenalizado las faltas leves, circunstancia que provocó que el caso de Óscar se archivara sin juicio. Con esa nueva ley, este caso (como otros muchos) no merecía ningún tipo de reproche penal por una “tonta distracción al volante”, aunque hubiera provocado la muerte de una persona, con el agravante que al morir Óscar en el acto no existía omisión del deber de auxilio (¡se trataba de un muerto! que auxilio se le podía dar), siendo la Juez tremendamente benevolente.

Esta Caja de Pandora abierta por nuestros gobernantes es una puerta por donde los verdugos salen dejando a sus víctimas sin posibilidad de una defensa. Es una carta blanca para la irresponsabilidad al volante. Es un premio a los desalmados, independientemente de quien sea la víctima.

Anna no lo dudó ni un instante. Tenía que luchar por una ley justa que amparara a casos como los de Óscar, que sirviera de escarmiento para que entendiéramos todos que conducir de forma temeraria tiene unas consecuencias directas, y no el premio de la libertad sin juicio que hay ahora.

Falta de apoyo a la iniciativa por una ley justa

Anna se ha movido por activa y por pasiva. Ha sabido llegar a niveles inimaginables. Ha movilizado a personas mediáticas. Su campaña por una ley justa en redes sociales es espectacular.

Desde hace unos 9 meses busca de manera insistente conseguir 200.000 firmas con las que ir al Congreso de los Diputados para pedir la modificación del Código Penal. Pero en estos 9 meses sólo se ha llegado a la cifra de 170.000 firmas en dicha campaña. Una cifra ridícula, teniendo en cuenta que la DGT baraja cifras de millones de usuarios de la bicicleta, en cualquiera de sus modalidades, en España.

¿Por qué el colectivo ciclista no se moviliza? ¿Tanto cuesta firmar y dar apoyo a esta campaña por una ley justa? Realmente es triste y desmoralizador, sobre todo cuando sabes que tienes razón en todos tus planteamientos.

El último mazazo para Anna ha venido en esta Vuelta a España. Según leía el pasado día 6 de septiembre (día de descanso de la vuelta), cuando se había movilizado a los corredores del Movistar Team para hacer un spot de apoyo a la campaña por una ley justa, la cúpula del la telefónica denegaba la autorización para que la cadena pública lo grabara.

Ha sido la gota que ha colmado el vaso. Anna ha mostrado su decepción. Un colectivo que no apoya una iniciativa como es esta y unos lobbies de influencia que están en contra de la bicicleta, es demasiada carga para una sola persona.

Porque la insolidaridad de un colectivo como es el ciclista se puede aceptar, incluso puede trabajar para cambiarla. Pero luchar contra los grandes lobbies de influencia (aseguradoras, energéticas, automovilísticas, infraestructuras…) que ven el la bicicleta una amenaza real, es bastante más complicado.

Máxima difusión: por una ley justa ante la impunidad en la carretera

Si eres peatón, si eres ciclista, si eres motorista, si eres conductor de cualquier tipo de vehículo, no te puedes quedar impasible ante unas leyes injustas como son estas. Ser temerario al volante o hacer un uso imprudente de una vía pública no puede ser gratuito. Y aun menos si hay víctimas de por medio.

La ley debe ser ejemplarizante. No puede premiar estos casos con la libertad sin más. Así que si eres una persona decente y con dos dedos de frente no puedes quedarte de brazos cruzados.

Pensarás que no sirve de nada. Pensarás que es una pérdida de tiempo. Pensarás que esto no va contigo. Pensarás millones de razones para no secundar esta iniciativa de Anna González por una ley justa. En todos esos casos sólo te diré una cosa: eres una víctima del sistema y, por tanto, responsable de sus injusticias.

No lo dudes un instante y firma, son sólo 3 minutos de tu vida que pueden servir para salvar vidas enteras, incluso la tuya misma.

FIRMA AQUÍ

Viraliza, comparte, explica,… que llegue lo más lejos posible para que nuestros gobernantes sepan que somos nosotros los que marcamos las agendas y las leyes y no sus amiguetes y lobbies de influencia. Y, sobre todo, para que la lucha de Anna no caiga en saco roto. Para que un caso de impunidad como el de Óscar no vuelva a suceder.

Anna: no decaigas. Animo y continua marcando la senda a seguir.