La XXI pedalada barcelona-sitges 2015 ha generado mucha controversia. Aquí os dejo 5 respuestas a reflexiones que me han surgido en torno a esta edición.

Mi idea de la barcelona-sitges

Este pasado domingo 29 de noviembre ha tenido lugar la XXI edición de la Pedalada barcelona-sitges. Un evento reivindicativo que organiza la Federación Catalana de Ciclismo con el objetivo de reclamar la practica de un ciclismo seguro en cualquier situación, pero siempre bajo la premisa del respeto mutuo entre todos los usuarios de las vías.

Aunque el punto de salida ha ido variando en diferentes ediciones, el punto de finalización en Sitges ha sido siempre el mismo, aunque la ruta ha ido adaptándose a las exigencias de las autoridades competentes, tanto de Tránsit como de los municipios por los que se ha circulado.

Pero han sido las últimas ediciones, quizás, las que recuerdo con más frescura por su proximidad en el tiempo. En términos generales ha sido siempre una jornada que me ha dejado ese regusto de día festivo en torno a la bicicleta, un día que servía de unión entre las diferentes familias y sensibilidades ciclistas.

5 respuestas a 5 reflexiones

1. ¿Éxito de participación?

Los organizadores cifran la asistencia en 2.500 ciclistas a la barcelona-sitges, una asistencia muy importante teniendo en cuenta lo que cuesta movilizar a un colectivo como es el nuestro. Mayor valor tiene este dato cuando el perfil mayoritario, diría yo “aclaparador”, era el de ciclista “deportivo”, ese perfil de ciclista al que, desde algunos ámbitos, se le acusa de inmovilismo y se le señala como insolidario.

Por tanto, el ciclismo federativo puede estar contento con este evento reivindicativo. Ha sido toda una demostración de fuerza de convocatoria y con una respuesta espectacular. Ahora toca a la federación analizar lo sucedido, sacar conclusiones y seguir trabajando. El aval: ¡el éxito de la convocatoria!

2. ¿Ha sido el formato ideal?

Desde una óptica aglutinadora de las diferentes familias y sensibilidades ciclistas, se podría decir que no, visión que en cierto sentido comparto. Pero como evento deportivo organizado bajo la fórmula de “marcha cicloturista” se puede calificar como impecable. Circular con dorsal y con cobertura de seguro asociada a éste en toda la ruta ha sido uno de los puntos que han generado controversias. El concepto “federado” ha levantado ampollas, como si fuera algo malo y reprobable, especialmente de mano de los no federados. En cambio, ese sentimiento al contrario no existe o, al menos, no se ha mostrado con tanta vehemencia.

3. ¿Quejas justificadas?

Es fácil quejarse. Diría yo gratuito. He leído muchas de las quejas que se han vertido desde las redes sociales en relación a la barcelona-sitges y tengo que decir que la inmensa mayoría están basadas en la desinformación, el desconocimiento y desde posiciones particulares.

Primero: la pedalda barcelona-sitges es un evento organizado por una Fedreración Catalana de Ciclismo y, al menos, ya que al resto de organizadores de marchas nos exigen hacer cumplir unas normas a todos nuestros participantes, es justo que ellos también las hagan cumplir a los participantes de sus eventos.

Segundo: los que se obsesionan con el dinero simplemente decirles que ninguno de los participantes han tenido que pagar nada por participar en la barcelona-sitges.

Tercero: que la federación ha asumido el seguro de un día de todos los participantes no federados sin pedir nada a cambio.

Tercero: que, si hubiera habido un mínimo de interés por los no federados y no afiliados a ningún club, y que han abanderado la queja por la fórmula, simplemente decirles que ha habido multitud de clubs que han facilitado la inscripción en la barcelona-sitges sin pedir nada a cambio. Sólo era un tema de voluntad y de buscar.

Cuarto: ¿qué miedo hay al asociacionismo? ¿Qué miedo hay a pertenecer a un club? ¿Qué miedo hay a pertenecer a un colectivo? Todos los que se quejan de los clubs y de la federación son también parte del problema de falta unidad como colectivo ciclista. ¡Autocrítica también!

Quinto: mucha queja y bla, bla ,bla…¡y ninguna solución! ¡Ningún planteamiento personal de implicación para solventar la situación! Eso sí, «que vengan a hacérmelo todo y como a mi gusta» como sentimiento general. ¡Demagogia barata para todos los llorones! Menos quejas y más trabajar. Y si no se está dispuesto a trabajar, mejor estar callado y dedicar las fuerzas a otros menesteres.

4. ¿Y de las autoridades?

Si por ellas fueran muy posiblemente no se hubiera celebrado esta pedalada barcelona-sitges. Las quejas a ellos se las trae floja. Un país de llorones les va bien (“perro ladrador…”). A ellos los que les preocupa es la gente que se mueve. Los que se quejan en redes sociales, aunque sean miles, no les preocupan tanto. Los 2.500 que asistieron a la pedalada si que les preocupan, siempre que a sus demandas se les da continuidad y contenido.

5. ¿Sirve de algo esta fórmula de reivindicación?

Quien crea que sólo con asistir a la barcelona-sitges ya está todo hecho, como muchos se creen, tengo que decirles que son unos ilusos. El trabajo empieza desde hoy. Desde federaciones y colectivos hay que articular un discurso a favor de la defesa de la práctica de un ciclismo seguro, bajo el respeto mutuo. Buscar uniones entre colectivos y trabajar cada uno en su parcela. Lo de ayer estuvo muy bien, pero si luego cada uno de nosotros, a nivel particular, no mantiene viva la reivindicación, nada de lo hecho servirá para nada. Así que conseguir a práctica de un ciclismo más seguro está más en nuestras manos que en las de autoridades, federaciones y asociaciones. Así que toca implicarse en primera persona aunque sean con pequeños gestos (¿has puesto el logo de 1metroYmedio? ¿No? Pues por ahí puedes empezar).

Como apunte de cierre, decir que fue una auténtica jornada festiva en compañía de mis compañeros del Velo Club, de reencuentro con muchos amigos y que dio para disfrutar de la bicicleta en un entorno único junto al mar.

Dale al me-gusta y déjame tus impresiones, tus quejas, tus comentaros y, sobre todo, actúa, no te quedes quieto.

NA. Fotografías de Laura inBianco, Visit Sitges y propias.